Ya se van los invitados, tú y yo nos miramos sin saber bien qué decir.
Nada que descubra lo que siento, que este día fue perfecto y parezco tan feliz.
Una broma del destino, una melodía acelerada en una canción que nunca acaba.
Quiero vivir, quiero gritar, quiero sentir el universo sobre mí.
Quiero correr en libertad, quiero llorar de felicidad.
Quiero vivir, quiero sentir el universo sobre mí.
Todos los juguetes rotos, todos los amantes locos, todos los zapatos de charol.
Vuelve el espíritu olvidado del verano del amor.
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