No puedo evitar sonreír al acordarme de nuestras travesías, no puedo evitar que mis ojos se llenen de lágrimas al recordar tu despedida y la promesa inútil que te hice. Gracias por las cosas que me enseñaste, gracias por las cosas que me hiciste y haces sentir, gracias por cada sonrisa, por cada mirada, por cada rabia, gracias por todo rubia preciosa.

No sé como explicar como me siento al escribir estas lineas, no tienen sentido si me pongo a pensar en ciertos detalles, pero no creo que sea muy importante.

Debo ser sincera y aceptar que me duele en el alma no poder verte al despertar, no poder sentir el sonido de tu dulce voz, la suavidad de tu piel, me duele no poder acariciar tu cabello o tomarte de la mano. Debo aceptar que me molesta no recordar cada segundo que vivimos juntas, cada cosa que compartimos. Me molesta pensar que pudimos haber disfrutado más si yo no hubiese sido tan egoísta, pero bueno, las cosas por algo pasan.

Ya no se que decir, un nudo inmenso atascado en mi garganta me debilita, me hace difícil el respirar. Las lagrimas caen y caen sin cesar, podría ahogarme en ellas en cuestión de minutos y si pudiera describir el vacío que siento lo haría, pero en estos momentos creo que ninguna palabra se asemeja a reflejar lo que siento.

Creo que queda más que claro que te voy a amar hasta el último de mis días.
Te amo hermana, TE AMO ♥