Las cosas marchan bien, demasiado bien. Este gustito a victoria me está empezando a empalagar.
Hoy es un día normal, pero sin rutina. ¿Qué lo hace normal?, el hecho de extrañarlo, de extrañar su voz, sus sonrisas, sus miradas. Extraño conocerlo un poco más día a día. Pero bueno, tenemos nuestras historias y con eso me basta, creo. En tan poco tiempo vivimos tanto que me bastó para volver a creer en ciertas cosas de la vida.
Hoy estoy sentimental. ¿Qué tiene de malo?, que a veces se me va de las manos esto de ser sentimental.
No hay comentarios:
Publicar un comentario