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Extraño.

Extraño.
Extraño llamar por teléfono a la casa de mis abuelos paternos cada fin de semana y que cuando atiendan, griten ¡"Mikita!" con mucha emoción.
Extraño hacer travesuras con mi mejor amiga y mi primo. Éramos realmente terribles. Katrastas, KATRASKAS.
Extraño bailar las coreografías de Bandana en las veredas de mi barrio (Cipolleti)
Extraño los viajes familiares en el colectivo de mi abuelo, eran hermosos, divertidos y la familia parecía más unida que nunca.
Extraño sentarme en el balcón de la casa de mis abuelos con Blanca, (mi abuela paterna) mientras jugábamos a las cartas y comíamos cerezas o helado, mirando la calle que me vio crecer y que hoy recuerdo con nostalgia, la calle Mengelle.
Extraño pedir churros, pochoclos, helados y más a los gritos en El Golfo Azul, enterrarme en la arena y enredarme en las olas.
Extraño ir a la casa del campo de mis bisabuelos y ver todas aquellas cosas viejas que fueron testigos de infinitas historias.
Extraño estar con mi mamá cantando Depeche Mode, The Police, Sting, Ace of Base y más a toda voz hasta la madrugada sin parar.
Extraño los abrazos, los ojos, la sonrisa y la dulzura plena de Valen, mi hermana.
Extraño acostarme a dormir la siesta con Valu y agarrarle los piecitos para que no se sintiera sola.
Extraño las noches en San Luis en las que sólo estábamos mis primos y yo, las estrellas, las luciérnagas y los grillitos que musicalizaban el momento.
Extraño mi primer año en el secundario.
Extraño el año pasado, mis compañeros de curso, las noches, lo extraño a él. Extraño mucho el 2011.
Extraño las pijamadas en la casa de Paula en las que hablábamos hasta por los codos, jugábamos con espuma y comíamos a cucharas Charlotte (Chocolate).
Extraño las navidades y la inocencia con la que pronunciábamos "Papá Noel". La emoción con la que abríamos los regalos y gritábamos con euforia.
Extraño los veranos en Mendoza.
Extraño que tanto las cosas como las distancias parezca inmensas, cuando hoy rompo con la ilusión y acabo con la fantasía viendo todo de tamaño normal.
Extraño las conversaciones larguísimas con ciertas personas que vivían/viven a cientos de kilómetros.
Extraño algunos meses en particular... Febrero, Abril, Noviembre y Diciembre, fue un placer para mi vivirlos de la manera en que lo hice. Los espero pronto.
Extraño rezongar porque me manden a dormir a las nueve, diez de la noche.
Extraño a todas las mascotas que tuve. LAS AMO.
Extraño las juntadas en la Plaza Roca y las cosas que viví con todos lo que andábamos por ahí, TODOS LOS DÍAS.
Extraño muchas cosas, pero sin embargo, hoy vivo el hoy. Vivo el minuto, me dejo llevar, ser y disfrutar para que en el futuro tenga muchas cosas más para extrañar.

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